Para finalizar esta publicación de blogs con respecto a la temática de aprendizaje organizacional, voy a hacer referencia a las tres metáforas propuestas por Ernesto Gore:
Las organizaciones pueden ser vistas como instrumentos mecánicos diseñados desde afuera para lograr ciertos objetivos. Las características de este tipo de organizaciones son la existencia de una estructura formalizada, con división horizontal del trabajo y división vertical de la autoridad, objetivos escritos, y un futuro que es predecible en términos de una causa única o de un conjunto limitado de causas. La crítica que en mi opinión se merece este tipo de organización es que se aparta demasiado de la realidad de constante cambio que actualmente vivimos. No todo puede preveerse, por lo que la creatividad se hace necesaria y fundamental para superar con éxito las distintas dificultades que se presentan. Sin embargo, como dice Robbins es muy importante planificar el cambio.
Las organizaciones que se perciben como escenarios de interacción social, se focalizan en entender las características personales de los individuos y la manera en que estos se relacionan entre sí. Se basa en el supuesto de que el grupo inventa, descubre o desarrolla para enfrentar su necesidad de responder a las demandas externas sin perder la coherencia interna.
Las metafora de las organizaciones como sistemas vivientes, nos ofrece una visión de la organización que depende fuertemente del ambiente en el que se haya desarrollado. Para lograr la sobrevivencia se debe encontrar un nicho dentro del cual se obtenga recursos. Es decir, se trata de ofrecer al contexto lo que este requiere. Esto estaría relacionado con la adaptación al entorno, lo cual me parece absolutamente fundamental para que las organizaciones puedan aprender y evolucionar.